martes, 5 de abril de 2011

Volvamos al pasado

¿Qué tienen en común Goethe, E. Allan Poe y Lord Byron? Pertenecieron al Romanticismo. Un movimiento que me atrae mucho porque me siento identificada. Las características principales son bien conocidas: egocentrismo, patriotismo, rareza, soledad, gusto por lo extravagante, lo antiguo...
   Los sentimientos apasionados, la tristeza, la melancolía, acuden a mí como el río al mar. A pesar de tener de todo, aunque siempre falta algo, y ese algo nos mantiene incompletos, infelices. Para hablar de los sentimientos tomo de ejemplo la obra Werther, de Goethe. Cómo el sentir se ve reflejado en el tiempo, el amor desbordante y no correspondido, arrastra al personaje, ese amor es el centro, el motor de la vida. La mayoría de los escritores de este movimiento tienen entre su biografía a un amor así que inspira las grandes obras. Así nacen los clásicos, así que si me pongo a ello a lo mejor hasta sale una buena obra.
   Si estuviese en un instituto americano como los de las películas, encajaría en un grupo, el de los solitarios. Resulta paradójico que los solitarios formen un grupo. Supongo que se trate de una mera forma de clasificación.
   Me siento como una actriz dentro de un guión interpretando el papel de escritora perturbada. Caminando sola, con la mirada perdida y sumergida en mi propio mundo. Imaginando, soñando, creando... Volver al pasado, cuanto mejor sería.
   Siento admiración por los cuadros de Caspar David Friedrich, son de una belleza espectacular, según mi opinión. Sabe captar la belleza de los paisajes, parece mágico.

   Todas las cosas tienen sus límites y yo acabo de encontrar uno aquí. Debía dejar de escribir porque estaba siendo más deprimente a cada palabra tecleada. Hoy no era buen día para escribir, ni tan siquiera un artículo llego a hacer... Pero escribir se ha convertido en una costumbre, en algo relajante y que me ayuda a calmarme. El hecho de que hoy no sea buen día para la escritura es el dolor de cabeza intermitente, el mal humor y lo principal: la falta de inspiración, que espero que no tarde en aparecer.

   Aquí queda esta cutrez que no debería ni de publicar.

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