domingo, 18 de diciembre de 2011

Insomne

Una vez más, siento que vuelvo a otra época, recordando viejos tiempos... Vuelve el insomnio, vuelvo a no poder dormir, a pesar de tomar pastillas... No sé qué me pasa, es lo más desagradable de todo. Muchas vueltas en la cama hasta que me decidí a levantarme, aunque tenía sueño, por eso me fui pronto.
Oía todo aún con las ventanas cerradas, la abrí a ver si me daba el aire y no hay, hace una noche estupenda. Se estaría bien dando un paseo, pero claro, no son horas... La gente normal está durmiendo. Mi compañera duerme plácidamente, ¡qué suerte tiene!
Aquí detrás hay una pista para jugar al fútbol, esta tarde hubo un partido. Ahora hay 5 críos, no puedo apreciar qué edad tienen, tal vez la misma que yo, aunque creo que menos... Jugaban al baloncesto. Cerca hay una iglesia y entre ésta y la pista, unos contenedores, pues allí había una patrulla, en el clásico patrol, vigilando... Me pregunto qué controlarían, no parecía haber nada interesante.
Los críos se fueron, pero sólo para volver al rato, con el insistente botar del balón y con más elementos: 2 palas, 2 raquetas y una pelota de tenis. No se cansan. Por parejas jugaban al tenis, mientras uno se quedaba forever alone con el balón de baloncesto, a modo de pelota de fútbol lanzando tiros a la vacía portería. Ponen música, gritan: - David, tío, ¡estás loco, le abrirás la cabeza a alguien!
El chico no parece tener muchas luces, no hacen más que gritarle... Apenas iluminados por dos farolas no juegan bien, pues no ven la pelota. En más de una ocasión se les sale del campo, sobrepasando la verja hasta la calle. Una fue muy curiosa puesto que no superó la altura y aún así acabó al otro lado. ¡MAGIA! Gritaron.
Pasan coches por la carretera, siempre hay alguno, rara vez está vacía. Al menos no hay el colapso diurno, con sus pitidos, el semáforo que no se respeta y los accidentes leves, los frenazos...
Voy hasta el baño sólo por darme un paseo por el pasillo, la terraza está abierta y salgo a tomar el aire inexistente (bueno, claro que hay aire, si no, no respiraría, pero me refiero a la brisa). Realmente es una noche agradable. Regreso y meto la llave que María, mi compañera, se dejó olvidada en la puerta.
Los críos ya se fueron, la calle está tranquila y yo sigo sin poder cerrar los ojos. Odio esta sensación de cansancio, sueño y que al meterme en la cama desaparezca. Volveré a intentarlo una vez más, tal vez la música me ayude, ojalá... Si no, sólo queda aguardar a que en algún momento de esta madrugada mi cuerpo se decida a descansar. Mmm bostezo, espero que sea buena señal.

sábado, 17 de diciembre de 2011

A mi padre

Por darme la vida,
por quererme,
por estar siempre ahí
(aunque a veces no lo parezca).
Por ser padre
y a la vez hermano,
por entenderme
y aconsejarme.
Por nuestras bromas
y nuestros piques,
hablarte y que respondas “aham”.
Por jugar conmigo
y tener siempre la gracia a punto.
Por la paciencia que has tenido conmigo,
por enseñarme a conducir
(entre otras cosas),
por ayudarme
y apoyarme siempre.
Por esto y mucho más,
te quiero, papá.

¡Feliz cumpleaños!
Espero que sigas tal cual eres,
que la vejez no te cambie
y siento no haberme quedado allí.