martes, 26 de abril de 2011

Absurda

Perdida, desubicada, veo cada noche una sombra en mi ventana.
Me acuesto, trato de dormir y mis ojos se cierran.
De repente, un ruido, quedo desvelada.
¿De dónde proviene? Miro a la ventana y allí no hay nada.
Llega el día, sigiloso, estoy en una ciudad extraña.
El sol desaparece para dejar paso a la noche.
El vacío de mi interior contrasta con el cielo,
allá arriba se ven lejanas miles de estrellas,
pero destaca ante todo la luna, perfecta, plateada, me llama.
No puedo ir, estoy atrapada, en la cama.
La mañana me arranca cruelmente de ella,
para llevarme a ningún sitio, estoy desorientada.
De nuevo oscuridad y la insistente sombra en mi ventana.
¿Qué quiere de mí? Me refugio entre las sábanas.
Amanezco feliz, en mi casa.
Por fin, en tierra conocida entre gente querida,
en un cuarto sin puertas ni ventanas.
Pero no es así, tonta ilusión, sólo soñaba.
Abro los ojos, negrura y una luz, desdibujada.
Ella sigue ahí, la sombra en mi ventana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario