Contemplo su fotografía,
tratando de descubrir qué esconde tras esa sonrisa, quisiera llegar
hasta sus pensamientos, pero no puedo. Estoy tan lejos de ella...
Sólo puedo observarla y envidiarla en la distancia. ¿Quién es esa
joven tan risueña?
Sus ojos tienen un brillo
especial que te hacen preguntarte si la sonrisa está dedicada a la
cámara o a quien está tras ella... Nunca lo sabremos. Sólo podemos
contemplarla en pleno éxtasis de felicidad, atusándose un mechón
de pelo y regalando al fotógrafo una amplia sonrisa auténtica, nada
forzada, que quedó grabada para la posteridad.
Sólo con verla se puede
recuperar el inmortalizado momento, sentir esa alegría de vivir, la
cual me tiene abandonada en estos momentos, pero con ella consigo
recuperarla. Es posible ser feliz.
Vuelvo a creer en algo,
siento que puedo lograr las cosas, ojalá vuelva a mí esa pequeña
salvaje loca.
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